Siempre es positivo diversificar la oferta de nuestra empresa. Pero es importante que al abrir nuevas líneas de negocio consideremos siempre nuestra actividad principal. No es igual ampliar nuestra oferta que optar por un modelo nuevo. Esto no quiere decir que lo segundo sea imposible. Depende de muchos factores. Por eso es, como siempre, vital para nuestra empresa la planificación y el control de nuestros datos comerciales.
A continuación, te explicaremos la definición de línea de negocio, cómo abrir varias líneas de negocio, y cómo gestionarlas de manera efectiva para asegurar el éxito de tu empresa.
Qué es la línea de negocio
El concepto de línea de negocio hace referencia a una división o área específica dentro de una empresa que se dedica a la comercialización de productos o servicios particulares. Cada línea de negocio de una empresa debe estar diseñada con una estructura empresarial independiente, objetivos claros y procesos definidos que permitan su crecimiento y sostenibilidad en el mercado.
Ejemplo de línea de negocio:
En el caso de las empresas tecnológicas, estas puede desarrollar una nueva línea de negocio centrada en soluciones de inteligencia artificial, mientras que mantiene su oferta principal en software de gestión empresarial.
Por qué abrir nuevas líneas de negocio
Ampliar las líneas de negocio de una empresa no solo permite diversificar los ingresos, sino también fortalecer su posición en el mercado y adaptarse a las constantes transformaciones del mundo empresarial.
Identificar nuevas oportunidades de negocio en línea o en otros sectores puede ser un factor decisivo para mantener la competitividad. Sin embargo, es importante que la toma de decisiones se base en un análisis detallado de las oportunidades, el mercado y las necesidades de los clientes.
Qué necesitas para abrir nuevas líneas de negocio
Lo primero que debes tener claro al abrir nuevas líneas de negocio es que la nueva actividad debe planificarse y gestionarse como tal, y no como un añadido al catálogo de servicios. Es necesario que diseñes un nuevo plan de negocio para esta nueva línea, y planifiques estrategias de desarrollo, que detecten los indicadores de riesgo… Exactamente igual que al crear una empresa.
De hecho, es muy habitual el error de abrir nuevas líneas de negocio “por probar”. Si no le dedicas el esfuerzo necesario para que funcione, acabará por no funcionar. Abrir nuevas líneas de negocio de una empresa no es imprescindible, pero si te decides por diversificar, tienes que dedicarle recursos específicos.
Datos necesarios para abrir una nueva línea de negocio
El mercado, el cliente objetivo y las estrategias de marketing serán probablemente distintos en una nueva línea de negocio, que en tu línea principal.
Si le dedicas tiempo a analizarlos, tendrás más posibilidades de éxito. Ya que es una cuestión de atención, reflexión, y de gestión de datos comerciales.
1. Planificación estratégica:
Crear una nueva línea de negocio requiere un plan de negocio sólido que contemple las metas, los recursos necesarios y las estrategias a implementar.
Es fundamental que identifiques los objetivos empresariales específicos de esta nueva área y asegurarte de que estén alineados con la visión general de la empresa.
2. Investigación de mercados:
Antes de tomar cualquier decisión, debes realizar una investigación de mercados exhaustiva. Esto implica analizar a los clientes potenciales, las tendencias del mercado y las posibles barreras de entrada. Entender el contexto en el que operará la nueva línea de negocio es clave para maximizar la rentabilidad y minimizar riesgos.
Además, el análisis de mercado pasa por considerar tanto los nichos de mercado para la nueva línea de negocio como la respuesta del mercado a la oferta actual. Puede que el mercado tenga una imagen concreta de tu empresa que, al abrir nuevas líneas de negocio, debas cambiar. O al menos reconsiderar.
3. Estrategias de marketing:
Abrir nuevas líneas de negocio implica siempre crear una nueva marca. En función de la similitud o contraste con tu línea de negocio principal, debes decidir a dónde llegar. Para ello, debes dedicar los recursos necesarios, pero siempre aquellos que aporten valor.
Lo mejor es comunicar de forma tangible y gradual tu nuevo producto. Es mejor seas progresivo que entrar arrasando sin definir realmente la nueva oferta.
Nuevos clientes
Puede que abrir nuevas líneas de negocio consolide a tu clientela. Pero lo más habitual es que una empresa diversifique oferta para llegar a nuevos clientes. Si conoces a tus prospectos es probable que sepas a quién no llegas, y a quién quieres llegar.
Quizá ese perfil de cliente que era marginal hasta hace un año ha crecido lo bastante como para pensar en un servicio para ellos. Analizar a estos perfiles minoritarios, y estudiar sus necesidades, es una buena inversión para tu equipo de ventas.
La importancia de la toma de decisiones
Ahora que ya sabes qué es una línea de negocio, y cómo gestionarla en los nuevos mercados, estás listo para hacerlo. Recuerda que es una decisión que debes tomar con cautela.
La planificación, el análisis de riesgos y el control constante son elementos esenciales para garantizar que el negocio funcione de manera sostenible. Esto implica establecer objetivos claros, realizar un seguimiento de los procesos y ajustar las estrategias según sea necesario.
Al mantener una conexión con tu actividad principal, validar la demanda y gestionar de manera eficiente los recursos, podrás minimizar riesgos y maximizar las oportunidades de éxito.