En la planificación de nuestro modelo de negocio, el valor añadido es fundamental. Además, en las PYMEs los servicios de valor añadido son decisivos. Como su propio nombre indica, los servicios de valor añadido son servicios adicionales a nuestro catálogo, pero pueden marcar la diferencia para que un cliente elija nuestra empresa o la competencia. Muchas pymes y emprendedores ya dan servicios de valor añadido sin saber que los están dando, ni ellos ni sus clientes. Y si un servicio de valor añadido no es visible, no existe.
¿Qué hacen los servicios de valor añadido en las pymes?
Siempre que nos ofrecemos a hacer algo más por un cliente, por poco que nos parezca, estamos ofreciendo valor añadido. Estas son prácticas muy comunes. Si hacemos esto en nuestra pyme, damos servicios de valor añadido:
- Descuentos o reducción de costes.
- Servicio gratuito adicional.
- Personalización de algún servicio.
- Regalos o detalles de empresa.
- Comunicación, novedades y primicias.
- Línea de atención directa.
- Cualquier herramienta digital para nuestros clientes.
- Incluso algún evento especial, donaciones o actividad RSC.
Todas, absolutamente todas las pequeñas empresas dan alguno de estos servicios. La tapa que Juan nos pone con la cerveza es el servicio de valor añadido de su pyme. Envolver para regalo un producto es un servicio de valor añadido de cualquier tienda. Sin embargo, a poco que tengamos vocación de servicio, damos estos detalles por lo normal en el día a día. Eso es un error: son precisamente esos pequeños detalles los que diferencian a nuestro negocio de la competencia.
Visibilizando nuestro valor añadido
Hay muchas alternativas para dar visibilidad a los servicios de valor añadido de nuestra pyme. El primer paso consiste en recopilar nuestros datos. ¿Qué detalles tenemos habitualmente con los clientes? ¿Cuáles han dado resultado o generado feedback? Nuestra base de datos de clientes tiene que ser más que una agenda de direcciones. De modo que cuando registremos una visita en nuestro programa de gestión comercial online, ese también es un dato importante.
El siguiente paso ha de ser contarlo, claro está. Aquí es donde muchas empresas tienen dudas. Hay muchas herramientas para destacar un servicio de valor añadido en las pymes: siguiendo con los ejemplos de antes, destacar la tapa de la semana, u ofrecer un envoltorio especial en San Valentín. O acciones tan sencillas como esta que hace Elena, traductora freelance y usuaria de nuestro CRM online para pymes:
Elena siempre ha regalado la primera revisión de sus textos. Es algo que también la beneficia a ella, según nos cuenta. Facilita su trabajo y mejora el resultado, lo cual es algo que conviene a Elena y a sus clientes. Pero desde que utiliza CRM lo incluye como servicio a coste 0 tanto en sus presupuestos como en sus facturas. De esta manera tan sencilla se puede comunicar un servicio de valor añadido en las pymes. Solo hace falta tener claras las ideas de negocio y expresarlas de forma natural en los canales que tenemos a nuestro alcance.